lunes, 8 de octubre de 2007

Montag, el bombero quemalibros

Guy Montag es el personaje principal de esta película y del libro de Bradbury con el mismo título, Fahrenheit 451.
Un hombre que no sólo tenía un trabajo muy extraño si no que, más extraño aún, dejó este trabajo, con los tiempos que corren, para dedicarse a uno no lucrativo y muy pesado.
Como supongo que no todo el mundo ha leído el libro ni visto la película, no voy a contar lo que pasa en ellos, voy sólo a comentar alguna cosilla que me llama la atención.
Por ejemplo: hace falta quemar los libros para evitar que la gente los lea cuando los libros o el tipo de libros que se mencionan en esa película, nadie o casi nadie los lee?.
Y lo de que la gente estaba todo el día ante la pantalla del televisor, pues eso ya lo hacemos, pero no por imperativo de ningún gobierno, si no con todita la libertad que disfrutamos.
Aunque quizá este equivocado, pues no me baso en ningún estudio científico para confirmar lo que afirmo, y es posible que un alto porcentaje de población este leyendo, la divina comedia, en busca del tiempo perdido, la iliada o las obras completas de cualquier poeta. Poeta que seguro ingresa al año lo mismo que el campeón asturiano de Formula 1, gracias a la abundancia de lectores que compran sus libros.

9 comentarios:

Love dijo...

Hi, I from Indonesia a country with many islands.
Let's change mutual information.
Thank
you

Bandini dijo...

You are wellcome!!

What are you interested in?

Thank you

Bandini dijo...

Dou you live in Indonesia right now?

Bandini dijo...

Parece que el colega parmis oke! quería que fuera a visitar su página web; no me parece mal pero podía haber contado algo ya que estaba por aquí, digo yo, no?

Parmis oke!, parmis oke! what are you doing now?
Come back!! come back! please!

Anónimo dijo...

Me imagino que lo que escribes al final del post es irónico, porque desgraciadamente los poetas se morirían de hambre sino fuera porque tienen otro trabajo además del de escribir poesía.

Montag dijo...

Precisamente porque la gente se pasa el día frente a las inmundas 'pantallas murales' Bradbury escribió lo que escribió.

Era consciente mi padre de que la mayoría de las personas tienden a la banalidad. También sabía que aquellos pocos que reniegan de lo banal constituyen un verdadero peligro para el poder de turno.

Muy listo mi padre, ¿no le parece?.


Saludos.

Bandini dijo...

Qué sorpresa!!! El mismísimo Montag!!! Cómo es posible? Yo había oído por ahí que Bradbury era actual, pero lo que no imaginaba es que lo fuera tanto. Su hijo sigue vivo!!! Espero que sigas con la memorización de libros y no hayas vuelto a tu oficio anterior.

Pues sí, imagino que tu padre era muy listo.

Saludos

Montag dijo...

Mi anterior oficio era un asco: siempre de aquí para allá apestando a gasolina y quemando libros, periódicos, dominicales de los periódicos, prospectos de medicamentos, comics porno...un estrés tremendo.

Ahora vivo mucho más tranquilo. Estoy con el Eclesiastés día sí y día también. Y es que no sé si sabrá el Eclesiastés es mi libro y el árbol de la vida: mi árbol.

Aunque si bien es cierto de los dos, tanto del de la vida como del de la ciencia, es menester tomar fruto de vez en cuando.

Necesario se hace comer de ambos a pesar de que, como bien dijo el poeta, caro cueste ese alimento.


Saludos.

Anónimo dijo...

...Es menester comer del de la ciencia...porque no hay alternativa.
A quién preguntaron si prefería beber su cáliz de miseria, o jugar eternamente en el delicioso jardín de la ignorancia, trotando con leones y corderos?
Nacemos con la manzana del conocimiento atragantada en el morro (cochinillos asados de Dios), donde los más afortunados podrán asistir a la lenta deshidratación de su cuerpo, el caer de sus dientes, de sus hebras blancas...
El sudor de la frente de los herederos del pecado no cometido, no rezuma sabiduría. Es otra cosa.
La evolución ni siquiera ha comenzado.