
El 17 tocaba el Preikestolen, después del Trolltunga pues casi parecía un paseo pues son 6 kms y el suelo no estaba nevado así que nos sirvio para descansar un poco de la subida al trolltunga.
Nos encontramos con un español por el camino así que fuimos de charla todo el rato y perdí la cuenta de lo que tardamos porque tampoco nos parecio importante. No nos parecio muy dificil ni duro así que lo tomamos como un paseo, sin prisas.
Ibamos a completar el viaje según lo teniamos planeado así que al día siguiente del Prikestolen tocaba el Kjerag, pero no conseguimos subir. Estaba muy nevado y parece que podía haber aludes, así que con todo el dolor del alma decidimos no subir más que el primer tramo y así tenemos la "obligación de volver" pues no se puede quedar esa espinita clavada. Pero el camino hasta llegar a Oygarsstol fue digno de ver así que tampoco se puede uno arrepentir de haber llegado hasta allí sin coronar la meta.