domingo, 8 de mayo de 2011

Tack för senast!


Dedico este post a Tina y a Fredrik, que crearon por arte de magia, un delicioso banquete libanés como este.
Qué locura! Aparecían platos de la nada, como un jardín en ebullición, como un mosaico creciente. Parecía una danza exótica: Los dos en perfecta sincronía, laborando en la cocina. Se deslizaban con una agilidad pasmosa entre ramitas de romero y albahaca, mezclando colores, creando matices, removiendo salsas, sazonando rítmicamente de una fuente a otra: un-dos-juego de muñeca, un-dos-juego de muñeca...